CHILES RELLENOS


 


CHILES RELLENOS


Ingredientes:


  • -3 tazas de picadillo de carne o 1/2 kilo de queso
  • -6 chiles poblanos de tamaño mediano
  • -1 kilo de tomate rojo
  • -1/2 cebolla chica
  • -2 dientes de ajo
  • -2 hojas de laurel
  • -1 clavo
  • -3 tazas de caldo de pollo, de res, de puerco o agua.
  • -sal al gusto
  • -5 huevos
  • -1/4 de taza de harina de trigo
  • -1/2 litro de aceite

Prepara el relleno de los chiles:

Si vas a rellenar tu chile con picadillo, preparálo. Utiliza la receta básica para picadillo de carne. Si lo deseas, agrega media taza de pasas y un cuarto de taza de almendra picada a la mezca en el momento de cocerla con todo y verduras, ésto le dará una nota dulce que combina muy bien con los demás sabores de este platillo.
Si, en cambio, deseas tus chiles rellenos de queso, prepara tu queso, cortándolo en pequeños trozos o rebanadas.

Pepara los chiles para rellenar:

Lava los chiles en agua fría y sécalos, ásalos, dándoles vuelta de vez en cuando, hasta que la capa exterior del chile se quede negra y ampollada por todos lados. Mete los chiles a una bolsa de plástico o a un recipiente y ciérralo.

Permite que los chiles "suden" durante unos 20 minutos o hasta que se hayan enfriado lo suficiente para que se puedan agarrar bien con las manos. Saca los chiles asados de la bolsa y pélalos, quitando la capa quemada de la cáscara. Con un cuchillo filoso, haz un corte a lo largo de cada chile, abriéndolo únicamente lo suficiente como para sacarles las semillas.
(Muchas veces ya encontrarás una abertura ya hecha por el manejo cosntante de los chiles, aprovéchala). Raspa con cuidado para remover las semillas de cada pieza, pero sin abrir demasiado el chile, Lo que quieres hacer es una especia de "bolsa" en donde colocarás el relleno.

Rellena cada chile con parte del picadillo o queso. Debe quedar lleno pero no tanto que ya no se pueda cerrar. Cierra cada chile con uno o dos palillos para evitar que el relleno se
desparrame cuando se frian.

Prepara la salsa (caldillo) de tomate:

Licua los jitomates, la cebolla, los ajos y el agua. En un sartén caliente aceite. Coloca un colador sobre la sartén y vierte la mezcla de la licuadora sobre él de tal manera que el líquido caida al aceite caliente. Fríe la salsa de tomate durante unos 10 minutos hasta que se empiece a espesar. Agrega 2 tazas más de agua, las hojas de laurel y el clavo. Deja que la salsa hierva hasta que se haya espesado un poco, agrega la sal al gusto.

Prepara el capeado:

Separa los huevos en claras y yemas. Coloca las claras en un recipiente mediano y bátelos hasta que estén bien espumosos. Agrega una pizca de sal y las yemas poco a poco. Bate solo hasta que se incorporen las claras con las yemas.

Espolporea la harina sobre los chiles y, con las manos, extiendela para que éstos queden cubiertos de una capa muy ligera (la harina ayudará a hacer que se peque el huevo batido al chile).

Capea y fríe los chiles rellenos. Con una cuchara grande, vierte un chile relleno a la mezcla de huevo, volteándolo con mucho cuidado para que quedé cubierto. Levántalo, escurrelo y colócalo en el aceite caliente, volteándolo una o dos veces, hasta que el huevo quede cocido y se vea el chile de de un café claro. Saca el chile del aceite y escurrélo. Sigue así, friendo solamente uno o dos chiles a la vez, hasta terminar con todos. Sirve los chiles bañados con la salsa de tomate y acompañados, si lo deseas con arroz

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